jueves, 11 de septiembre de 2025
VIAJE 2018: Hongos
Me saqué foto en la entrada de la Iglesia de la Sagrada Familia. Por mi mente rondaba el hecho de haber llegado bien, pero también la responsabilidad de emprender una travesía bastante solitaria durante algunos tramos. En Barcelona estaba mi familia; me estaba alojando en la casa de la suegra de mi primo y todo era pasarla bien. Pero, ¿me convenía seguir el trayecto, o debía quedarme allí durante un mes hasta volver? La cara que tenía ahí es como pensando: "soy fuerte, soy malo, aquí estoy". No es que lo haya planeado. Todo esto lo digo en retrospectiva. Además, me dolía el estómago. Se me pasó de camino a Berlín, pero todavía no lo sabía. No sabía que mejoraría. O sea, tampoco fue algo tan terrible, pero bien podría haber truncado el viaje. Bueno, la cosa es que no entré a la Iglesia porque había una fila impresionante. Es demasiado turístico ese lugar. Anduve caminando un rato por esa zona. Fui por la avenida principal, donde pasaba gente hablando diferentes idiomas. Por ahí podías meterte al Mercado, que es un lugar enorme, techado, donde venden todo tipo de comidas frías. Había patas de jamón, aceitunas de montones de variedades, sardinas, anchoas, bah, muchos pescados en aceite. Hongos. Sobre todo lo que llamaba la atención era la cantidad de hongos diferentes. No tengo idea el sabor, pero es impresionante cuando ves tantos colores y formas distintas a un champignon, que debe ser el más común. Ok, y pasando ese Mercado, ya saliendo del lugar, está el Barrio Gótico. Está bueno porque es antiguo y contrasta un poco con lo moderno. Te da una sensación de estar en otra época, pero con la consciencia de saber que es actual. La mente juega un poco con eso.
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Hermosa reseña
ResponderEliminarGracias
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