martes, 9 de diciembre de 2025

Guacamayo


Está bueno cuando llega fin de año porque hay muchos feriados. Es el momento perfecto para hacer un balance. Mi lema es: recuerda el pasado, proyecta el futuro y vive el presente. Sin embargo cuanto más pasa el tiempo, más nos damos cuenta de que no hay futuro. El pasado está lleno de traumas y frustración. Y el presente lo vivimos mirando al techo esperando que finalmente podamos ir a dormir a la noche para olvidarnos de todo.
Estoy contento porque casi tengo medio siglo y estoy cada día un poco más cerca de la muerte. ¿Ustedes creen que tengo alguna esperanza de que la situación mejore? Hace rato la perdí. Y tal vez me digan, pero che vos te tenés que casar, vas a ver cómo una buena mujer te cambia el ánimo. Claro. Me caso y mi mujer me trae una selva de plantas a mi casa y la convierte en una jungla. Trae tres perros, cinco gatos y un guacamayo cosa que la casa esté bien llena de ruido y olor a caca. Además va haber que comprar una casa con tres habitaciones más para guardar sus zapatos, maquillaje, ropa y demás porquerías. Dejá, sabés. Te agradezco mucho tu deseo de que me vaya bien, pero por ahora no estoy preparado para tanta felicidad.

martes, 2 de diciembre de 2025

Daiquiri


La vida está buenísima. Jaja, quién te dijo esa mentira. O sea, claro, en un mundo perfecto sí vale la pena. Ponele. Te despertás bien temprano después de dormir profundamente en tu cómoda cama y te levantás para tomar tu desayuno favorito. Preparás café recién molido con leche ordeñada y unas tostadas de pan casero con manteca. Ah, y le ponés mermelada de frambuesas de tu huerta. Sonreís, y agradecido por un nuevo día de vida vas al campo en tu caballo a cortar unos troncos. Sos leñador. Cuando te cansás un poquito, tomás un jugo de naranja exprimido bien frío y queso de campo con salame. Volvés a tu casa y tu señora te espera con unos ravioles de ricota y nuez con salsa de champignones. Con mucho queso rallado y aceite de oliva. Entonces te dormís una siesta de media horita cosa de recuperar fuerzas y te tirás a la pileta. Tu señora te trae un daiquiri y pensás en lo maravilloso de estar vivo. Bueno, parece una pavada pero exactamente eso pasaría si fuese un mundo perfecto y maravilloso. Casualmente no lo es, así que lo que realmente sucede es que te levantás al mediodía mal dormido y todo empastillado. Vas al baño, te mirás al espejo y te das cuenta lo arruinado que estás. No tenés esposa así que te calentás unos fideos de ayer y los comés pensando en cuántos años te faltan para morir de viejo. Vas a la computadora, escribís en un blog que nadie lee, y soñás con que algún día te paguen por hacer lo que medianamente te gusta. Mientras tanto, te morís de hambre con la pensión que te da el gobierno. Después, vas a caminar a la plaza y te agarra un coma diabético.