Lecho de rosas

Va concluyendo el año. Son fechas para hacer balance y planificar objetivos para lo que viene. Yo por ejemplo tengo la meta de mimir. Y sí, el insomnio es complicated, como diría Avril Lavigne. ¿Y qué más diré? Porque me faltaría tiempo si me pusiera a enumerar todo lo que me pasó este año. En primer término, creo que el tiempo voló. Trambólico. No puede ser que de repente es enero y después pasan dos cosas y ya es diciembre. No puede ser que ya pasaron dos años de que somos Campeones del Mundo. Muchaaaachooos. Vos fijate que esta semana tengo que ir al oculista. ¡Estoy envejeciendo! Unos años más y ya cumplo medio siglo. Pensar que hay gente que cumple esa cantidad pero de casados. Qué garrón tener que soportar una esposa 50 años. ¿Sabés lo que pasa? Que no hay muchas cosas interesantes que hacer en esta vida. O sea, sí, las hay. Pero cuando llegás a un punto en el que todo te da lo mismo, ya no las disfrutás. A lo que me refiero es que las personas están aburridas y dicen: ¿qué puedo hacer ahora para ser realmente feliz? ¿Qué puedo hacer para que mi vida sea un lecho de rosas? Y de repente, ¡pum! Se casan. I wanna laaaay you dooown in a bed of roseees...