Decisiones. Izquierda o derecha. Sí o no. Pastelito de batata o de membrillo. Para no complicarme la existencia, hoy comí uno y uno. Lo que pasa es que lo mejor es equilibrar el yin y el yang. Un poco de esto y un poco de aquello. Y claro, todo nos lleva a la zona gris de las cosas. No importa lo que decidamos, no podemos ir más allá del plano humano. Ponele, estás buscando marida. No podés casarte con una extraterrestre (¿o sí?). También podés ir a la izquierda o a la derecha, pero nunca pasar a la cuarta dimensión. Además, podés escuchar música, pero nunca oler su fragancia. A menos que consumas estupefacientes. No sé porque nunca me pasó, pero ellos cuentan que se les abren las puertas de la percepción. Pienso que eso te lleva a la lokura. Prefiero comerme dos pastelitos y escribir en mi blog. Es más sano. Aunque son fritos, así que también hay que cuidarse y no comer muchos porque caen pesados. ¿Ves? También está el tema de la cantidad. ¿Cuánto hay que consumir de las cosas para que no caigan mal? Dice el proverbio que demasiada miel no es bueno. Entonces, definitivamente, para todo es una de cal y otra de arena.
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